viernes, 7 de enero de 2011

Esta vez el destino tenía otras intenciones…

 He comenzado a escribir una historia la cual considero muy acorde a mi, pues es algo que me gusta escribir mucho, no quiero dar más pistas sólo síganla, porque iré dándola a conocer de a poco ;D

 Todo parecía perfecto y normal en ellos, caminaban de la mano por la calles, reían, jugaban como dos niños, iban a la playa, cafés, de vez en cuando en casa bebían juntos una copa de vino tinto y se quedaban conversando hasta tarde. Eran la pareja ideal en sus primeros años de casados, aún sin hijos, pues ella lo quiso así y a él parecía no molestarle. Él un psicólogo, ella una enfermera, ambos tenían un buen trabajo, en los primeros años decidieron ahorrar para su futura casa, luego cambiar el auto, tenían todo planeado… todo tan bien planeado.  Cabe mencionar que como toda pareja solían tener sus inconvenientes, pero él sabía muy bien como reconquistar a su amada, y ella sabía muy bien como dejarse complacer. ¡Que exquisita pareja!, si bien no eran perfectos, estaban hechos el uno para el otro, nada podía salir mal entre ellos, no a menos que apareciera una tercera persona.

Lunes 2:30 am ella escucha pasos en la cocina, trata de despertar a su joven esposo, pero ¡vaya que sueño más pesado tenía!, algo asustada pero con esa curiosidad típica de mujer, decide bajar sola a la cocina, toma su bata y sin más inconvenientes baja uno por uno aquellos peldaños de su larga escalera… se dirige con paso suave a la cocina… de pronto ¡algo cae al suelo!  Causando gran exaltación en su respiración, “miau” “miau” escucha de pronto… la joven suelta una risita aún algo nerviosa y dice: “gato del demonio, me has dado un susto” para cuando ella termina de pronunciar estas palabras siente unas frías manos en su hombro, una presencia desconocida tras ella, el miedo la paraliza, haciendo que su respiración cesara por unos segundos, lo único que pasa por su mente en ese momento es la idea de no darse vuelta… esas manos no eran de su marido ¡para nada que lo eran!, en cuestión de segundos vio que algo malo pasaría al instante en el que ella girara. “Tranquila” dijo una voz áspera y masculina, no te haré daño, sólo debes hacer lo que te pida… para cuando terminó de decir esto llamó a su gato, este muy obediente se dirigió hacia él, acariciándose en su pierna, quedándose a su lado.  ¿Quiere dinero?, pues no tenemos, somos una pareja joven, no tenemos mucho aún, como se dice estamos recién comenzado… dice nerviosamente ella. Oh no, para nada, no quiero dinero… dice el extraño, sacando de su bolso negro algo que ella a penas divisó porque estaba oscuro…  ¿dónde está la habitación  en la que duermes con tu esposo?- pregunta… ¿qué le harás a mi esposo?- pregunta con angustia ella… de pronto el extraño vuelve a sacar otra cosa de su bolso, esta vez ella sabe muy bien lo que es, pues él acerca el arma en sus sienes, “llévame a la habitación”- dice con firmeza, mientras que el gato se acariciaba en sus piernas…  shhh dice él, esta vez tu te quedarás aquí- le dice a su gato y este obediente se queda sentado en la cocina, mientras que la mujer sube por las escaleras con el arma en su espalda, y sintiendo el miedo de no saber ni entender que es lo que sucede logra llegar  a la habitación... “despiértalo”- dice con precisión el extraño… amor, despierta– dice ella llorando… ¿qué sucede?- responde desconcertado el joven, ¡hola, dormilón!- dice irónicamente aquel desconocido. Veo que por fin doy con tu casa, vaya que es linda, y tu mujer ¡que silueta!, ¡que mierda haces tú aquí!, ¡fuera de mi casa, loco de mierda!-  grita el joven… ¡tu a mi no me llames loco, me ofendes!, ¡te dije, te prometí que te buscaría y te encontraría y pues aquí estoy!- responde el extraño y suelta una risotada. Ahora vas a saber lo que se siente, ¡mierda!- grita el maniático sacando la pistola de su abrigo negro, vas a ver lo que el destino te tenía preparado, vas a ver como pagarás por haberme tratado de loco, ¡por haberme metido a la cárcel!, la mujer asustada rompe en llanto, pues supone lo peor… el sujeto instala una cámara sobre la mesa del televisor… la prende, ajusta su ángulo y en cuestión de segundos se voltea y ataca al  joven obviamente esta lucha fue desigual, un hombre con un arma tiene casi todas las de ganar, después de esta especie de forcejeo logra paralizarlo de manos y pies con unas cuerdas que había sacado previamente de su bolso, pone cinta adhesiva sobre sus labios y lo sienta a un costado de la cama, siempre apuntándole con el arma en el cabeza… mientras la joven llora desconsoladamente, trata de huir pero aquel psicópata la amenaza con matar a su esposo si intenta escapar y si hace el menor de los ruidos… la toma de un brazo, la mira con demencia, lamiéndose los labios como un animal próximo a comer, mira al joven que está moviéndose, intentando zafarse de semejantes ataduras, siendo todo inútil… por su mente pasan las peores imágenes, ¡ese desquiciado sería capaz de matar a su esposa con tal de verlo sufrir!… la joven en un ataque de llanto, se somete a lo que el demente le propone, con tal de salvar a su amado… sin más tiempo que perder el sujeto, accede a quitarle la ropa, frente a los ojos de su marido y a la cámara que graba cada uno de sus movimientos… tomándola de la cintura la tira de forma violenta sobre la cama, la toma de forma torpe con sus manos, la besa de forma desapasionada, mientras ella llora, llora a mares… y el joven sobre aquella silla, observa aquel espectáculo con tanta ira, ¡con esa ira que es capaz de hacerte vomitar!, la cámara graba todo… ella es la única que parece ser indiferente ante aquel siniestro espectáculo, pues sólo hace su trabajo… mientras el vengador sujeto hace y deshace con aquella inocente mujer, abusa de ella hasta el cansancio…

5:30 la casa está en silencio absoluto, la joven yace sobre la cama, desmayada… mientras el joven sobre la silla permanece quieto, sus ojos están secos pues las lágrimas se han acabado… sólo la mira, la mira de forma tan lastimera, se siente como el peor de los hombres, su amada, la única mujer a la cual ha amado está desmayada sobre la cama, pues ha vivido el peor de los horrores y el no fue capaz de hacer algo.
6:55 am ella despierta, pega el peor de los gritos, se mira desnuda sobre la cama, se toca con asco, pues unas sucias manos la han manoseado… ve a su esposo en aquella silla atado de pies, manos y con una cinta en la boca, pero no reacciona siquiera a quitarle aquella cinta de la boca.
Pasan las horas, el teléfono a sonado varias veces, pero ¿quién va a responder?...
Media hora después suena el timbre ¿pero quien va a abrir?...
Unas horas después la puerta se abre de golpe, se oyen unos pasos, unos pasos bastante fuertes como de botines… con arma en mano suben aquellas personas por la escalera, revisando cada habitación, hasta que por fin dieron con  la indicada, tras ellos estaban la hermana de la joven y su esposo… ¡por dios, Ángela!- gritó con desesperación la mujer, pues es de esperar, si vez a tu hermana desnuda sentada en estado de shock a la orilla de la cama, mientras su marido la observa con la mirada más funesta que jamás alguien podría tener, estando amarrado de manos, pies y con una cinta en la boca.
 Tiempo después…
¿Ángela, estás ahí?, llevas horas, cariño no me asustes… de pronto ella rompe en llanto y abre la puerta lentamente, dejando que su marido entre, pero este queda estupefacto cuando ve en las manos de su mujer, aquel test de embarazo, ella lo mira y llora sin consuelo, ¡Andrés, estoy embarazada, dios voy a morir!- dice una y otra vez la angustiada mujer, él en shock no sabe que decir ante estas palabras, pues sabe… sabe muy bien que aquel hijo o hija que viene en camino no es de él, si no que es producto de aquella tragedia vivida hace unos meses…  tranquila cariño, ya sabremos que hacer, por favor no te desesperes…  

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