lunes, 21 de marzo de 2011

Tercera víctima y las sospechas de Nicolás.


José es un vagabundo que llega constantemente a urgencia, siempre borracho, con cortes de botellas, dedos fracturados, costillas rotas, en fin. Pero esta vez ha llegado con un estado de salud mucho más delicado, lo han atropellado en plena avenida, tiene una hemorragia interna, huesos fracturados y una gran contusión en la cabeza, usualmente los alumnos en práctica son sometidos a otros trabajos, pero esta vez el médico encargado les ha dado una labor mucho más importante, quizás decisiva para su futuro, sé que sonará un tanto frío pero el doctor ha decidido poner a sus alumnos a prueba con alguien a quien quizás nadie importa si muere o no, con alguien por el cual nadie llorará si muere en esta operación, por lo tanto da como orden a sus ayudantes  detener la hemorragia con su supervisión. Alicia como alumna destacada es la que toma la iniciativa en este caso, seguida por Nicolás y dos compañeros más, el anestesista hace su trabajo primero, dándole paso a los jóvenes practicantes…
Ya en la etapa final en donde Alicia y Nicolás detectan el lugar exacto que estaba provocando la hemorragia, es momento de suturar delicadamente y quemar los vasos para cortar la salida de sangre, es entonces donde Alicia queda unos segundos pensando, sobre si sería esta una buena oportunidad para matar a ese vagabundo, “errores los comete cualquiera, estoy en servicio, nadie me culparía, en realidad el tipo ya estaba bastante mal”- piensa. Dirige su bisturí directo al vaso con la intención de romperlo y así el sujeto moriría en cuestión de segundos, pero Nicolás detuvo su mano viéndola justo a los ojos, ojos que parecían sedientos de sangre… de muerte. De esto me encargo yo- dijo repentinamente el médico. Ya han hecho suficiente, muy bien muchachos- reitera.
Es hora de salida y Alicia parece tan natural como siempre, se comporta como si nada hubiera sucedido. Nos vemos mañana Nicolás- dice la joven y se retira. Mientras que él, trata de comprender el por qué de aquel error que casi comete su amiga, no tenía la imaginación necesaria como para dimensionar que ella quería equivocarse a propósito. Quizás estaba cansada y no se percató de lo que hacía, debe ser eso.
Ha muerto- dice Nicolás así de la nada.
¿Quién ha muerto, otro bastardo, otra puta?- pregunta Alicia con cierto tono de ironía.
Tenía 53 años, su familia lo abandonó cuando perdió la compañía de la cual era dueño, desde ese entonces vivía en la calle de las limosnas de los desconocidos, no hacía más que beber, pues deduzco que era su único escape hacia el mundo que tenia antes de ser un pobre don nadie. Murió en la noche, cerca de las 00:00 hrs, el médico dijo que tal vez su corazón no pudo seguir bombeando sangre, que se había filtrado sangre de la aorta, yo no creo eso, ayer ambos vimos que eso estaba en perfecto estado, lo que sucedió fue que el médico dijo eso para que no se formaran cargos en nuestra contra por negligencia…
Nicolás- interrumpe la joven, yo no sé que obsesión tengas tú por saber la vida completa de esa gente que muere y créeme que no quiero saber, el punto es que te sugestionas mucho, y además de eso te compadeces de todo el mundo, yo opino que debes dejar eso de lado si quieres salir de esto algún día, no puedes ir por la vida involucrándote con los pacientes. Mírame a mí, la verdad no me importa si la gente muere o no, siempre y cuando yo haga lo posible para que estén bien, si ellos deciden no luchar por si vida, allá ellos. Mi madre… ella era como tú, pensaba que siendo enfermera podía salvar a todo el mundo pero ahora voy todos los meses a verla bajo tierra… -la joven hace una pausa. Nicolás yo no te pido que seas frio como yo, que no sientas pena o cosas así, sólo te pido que dejes que el curso de la vida siga su camino normal y que no te culpes si alguien muere, tu ya hiciste algo lo demás está en la persona, ella ve si quiere seguir viviendo o no, tu sólo has tu trabajo, ahora te pido que olvides lo que sucedió ayer, que no busques culpables porque no los hay.
El joven nunca la había visto hablar de esa forma… tan decidida y aunque sus ojos le decían otra cosa, el prefirió quedarse con lo que pronunciaban sus pálidos labios.

Continuará...

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